El aprendizaje autodirigido nos ofrece una gran cantidad de ventajas.

Una de ellas es que permite que los alumnos tomen el control de su propio proceso de aprendizaje. Les brinda la oportunidad de tomar decisiones, establecer metas y administrar su tiempo de manera independiente. Esto promueve la autonomía y la responsabilidad, habilidades fundamentales para el éxito en la vida.

Al asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje, los alumnos se enfrentan a desafíos y problemas que deben resolver de manera independiente. Esto promueve el desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad y las habilidades de resolución de problemas.

A medida que adquieren estas habilidades, desarrollan una mentalidad de crecimiento que les permite superar los obstáculos y persistir en la consecución de sus objetivos.